Imagina que estás caminando  tranquilamente con amigos por la calle de algún lugar y de repente alguien te dispara en el pecho. La sangre empieza a brotar, sientes dolor, tristeza y confusión, les pides ayuda a tus amigos, pero ellos responden que la persona que te disparó está jugando a un juego y no importa que tu no lo supieras. Y te mueres.

Esto es exactamente lo que pasa con los animales cazados. La gente llama a este asesinato, un “deporte”. Interesante, ¿los psicópatas también hacen deporte y se entretienen cuando matan a sus víctimas? ¿Qué piensas?

Los cazadores acechan y matan animales solo por el placer sádico que experimentan y no por necesidad. Esta forma innecesaria y violenta de “entretenimiento” separa familias de animales y deja innumerables animales sin padres o gravemente heridos, cuando los cazadores fallan sus objetivos.

Un miembro de la Maine BowHunters Alliance estima que el 50% de los animales que reciben disparos con ballestas son heridos, pero no asesinados. Un estudio sobre 80 ciervos de cola blanca con collares con radio transmisores, reveló que de los 22 ciervos que fueron disparados con “equipo de tiro con arco tradicional”, 11 resultaron heridos, pero no fueron encontrados por los cazadores.

Un estudio británico sobre la caza de ciervos indicó que el 11% de los ciervos asesinados por los cazadores murieron solo después de recibir dos o más disparos y que algunos ciervos heridos sufren más de 15 minutos antes de morir.

El 20% de los zorros, heridos por los cazadores, vuelven a recibir disparos; El 10% logra huir, pero “morirse de hambre es el destino más probable para ellos” según los veterinarios.

La caza también rompe los patrones de migración e hibernación y destruye a las familias. Para los animales como los lobos y gansos, que se enamoran de sus parejas de por vida y viven en familias muy unidas, la caza puede arruinar comunidades enteras.

El miedo y la inevitabilidad, los sonidos ensordecedores de los disparos y el resto del ajetreo causado por los cazadores, crea para los animales cazados un estrés terrible. Esto compromete seriamente su rutina y sus hábitos alimenticios, lo que dificulta que almacenen grasas y energía, que necesitan para sobrevivir durante el invierno. Los ruidos fuertes también pueden interrumpir los rituales de apareamiento y hacer que los animales que son padres abandonen sus guaridas y nidos, por lo que dejan a sus crías vulnerables a los depredadores naturales.

LA CAZA COMO DEPORTE Y “PERSECUCIÓN JUSTA”

La caza a menudo se denomina deporte, como una forma de pasar de un asesinato cruel e innecesario a una actividad útil y socialmente aceptable. Sin embargo, el deporte debería ser una competencia entre dos partes que estén de acuerdo  y sujetas a la mediación de un árbitro. Ningún deporte termina con la muerte deliberada de quien no quiere participar.

DAÑO A LAS POBLACIONES

Los cazadores que afirman que matan ciervos para el “control de su población” deben estar bromeando. El hecho de que en los Estados Unidos haya 30 millones de ciervos, a pesar de los años de caza, muestra que matar animales no es una forma efectiva de controlar el tamaño de su población. Al contrario de lo que dicen los cazadores, en defensa de su cruel entretenimiento, la caza no tiene nada que ver con la “conservación” o el “control de la población”. En realidad, los animales son a menudo razas especificas, criadas artificialmente para ser matadas por cazadores. Si los humanos no intervienen, el delicado equilibrio de los ecosistemas naturales garantizan la supervivencia de más especies. Los depredadores naturales ayudan a la conservación de este equilibrio, ya que solo matan a los más enfermos y débiles.

Sin embargo, los cazadores se esfuerzan por matar a los animales que les gustaría colgar sobre la chimenea, generalmente los animales más grandes y más sanos que son necesarios para mantener fuerte la reserva genética. Este “trofeo de caza” a menudo debilita al resto de la población de la especie. Se estima que el número de cazadores furtivos de elefantes ha aumentado en África, y en Canadá, la caza ha provocado una caída en las ovejas Bighorn en un 25% durante los últimos 40 años. La revista “Nature” informa que “el efecto sobre la genética de las poblaciones es probablemente mucho más profundo”. Incluso cuando los fenómenos naturales inusuales causan la sobrepoblación, los procesos de selección natural funcionan para la estabilización del grupo. El hambre y la enfermedad son trágicas, pero son la forma natural de garantizar que los animales sanos y fuertes sobrevivan y mantengan la fuerza de su rebaño o grupo. Después de que los cazadores matan a los miembros más grandes de una población, la descendencia de los adultos más débiles encuentra dificultades para encontrar comida y adquirir la fuerza necesaria para sobrevivir en condiciones climáticas extremas. Por lo tanto, la caza en realidad puede causar hambre, en lugar de prevenirla.

VICTIMAS ACCIDENTALES

Los objetivos de los cazadores no son los únicos que sufren. Los accidentes de caza destruyen propiedades, dañan y matan caballos, vacas, perros, gatos, turistas y otros cazadores. Según la Asociación Internacional de Educación para Cazadores, cada año hay cientos de muertes y miles de lesiones, Éstas estadísticas incluyen los incidentes con personas.

SED DE SANGRE Y BENEFICIOS EXCESIVOS

Aunque menos del 5% de la población caza, se anima a los no-cazadores a que compartan muchos de los hogares para animales salvajes, bosques nacionales, parques nacionales y otras tierras públicas con personas armadas que disfrutan del asesinato de animales. Casi el 50% de los cazadores de todo el mundo matan y mutilan cada año a millones de animales en tierras públicas. Según algunas estimaciones, los cazadores furtivos matan ilegalmente a muchos más animales, lo cual es simplemente escandaloso. La mayoría de las agencias nacionales que están a cargo del manejo de reservas de vida silvestre, bosques nacionales, parques nacionales y otras tierras públicas están financiadas en parte por actividades de caza y pesca, por lo tanto, los trabajadores de las agencias preferirían cerrar los ojos y apoyarlos, en lugar de regularlos o sancionarlos.

Como las agencias de vidas silvestre se financian mediante impuestos sobre la caza y pesca, así como con  ingresos de la venta de licencias, los cazadores,  que representan un pequeño porcentaje de la población, disfrutan de forma desproporcionada, respecto al resto, sobre el procedimientos decisivos de cómo deben ser las áreas de vida silvestre y el manejo de los propios animales. Debido a que el dinero es más importante, las personas que deciden participar en actividades humanas, no letales, como el senderismo y la observación de aves, no tienen ningún papel en la toma de decisiones.

La caza ha contribuido a la extinción de especies animales en todo el mundo, incluyendo el tigre de Tasmania y el alca gigante ( Pinguinus impennis)

SAFARI

A miles de cazadores les gusta ir a los safaris, donde pagan cientos de miles de dólares para matar jirafas, cebras, hipopótamos, elefantes, leones, antílopes, rinocerontes u otros pobres animales. La Asociación de Conservación de Jirafas explica que desde 1988 hasta ahora, la población de jirafas ha disminuido casi el doble, de 140,000 a 80,000.

Después de la matanza, siempre se toman una foto orgullosos con su trofeo.

Los safaris no son la única forma costosa de cazar. Cientos de miles de dólares también se pagan por el asesinato de osos polares, alces, renos, focas, ovejas, toros y otros animales polares.

Pesca

Los peces y el resto de los habitantes acuáticos (algunos de los cuales son mamíferos) son quizás las mayores víctimas de la caza. Se cazan continuamente y en cantidades industriales para las necesidades de la industria, así como para los fines  de los propios pescadores e incluso para tradiciones y costumbres religiosas. Aquí no es posible definir la magnitud de las víctimas.

Hay festivales anuales donde miles de delfines y ballenas son masacradas de manera masiva. Por ejemplo, en las Islas Feroe todos los años se organiza un festival donde el mar se vuelve rojo, literalmente. La sangre de miles de delfines tiñe las costas solo por tradición. Esto no es una cuestión de supervivencia, o negocio a través de la venta de su carne; no, todos estos asesinatos se cometen solo y únicamente debido a las costumbres y tradiciones locales.